Ritual: es imprescindible mantener una rutina diaria. Siempre hay que hacer lo mismo y en idéntico orden antes de acostarlo.
Vestimenta: debe llevar un pijama cómodo y amplio, que abrigue lo suficiente para que sientan la necesidad de ser tapados.
Postura: los bebés han de dormir boca arriba, postura les ayuda a descansar mejor y reduce el riesgo de que sufran el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante. Tapados o como mucho, con una manta fina.
Habitación: al principio, el bebé duerme con los padres, aunque, según recomiendan los expertos, alrededor de los seis meses se le debe instalar en su cuarto y en una cuna.
Hacer que entienda la diferencia entre el día y la noche dejando las persianas subidas mientras haya luz o acostumbrándole a los ruidos habituales de una casa como la televisión o la aspiradora.
La oscuridad y el silencio sepulcral deben dejarse para la noche.